Cuando ella de veinticinco años al morder uno de esas galletas de mantequilla cubiertas por chocolate recordó la tarde lejana en su cumpleaños número diez cuando su abuelo le regaló un libro con pasta de piel completamente en blanco que en aquel momento le causó un desconcierto comparado al que diez años después sintió cuando escuchó emocionada de frente y de las manos de un cuarteto de jazz la obra 4’33” de John Cage, el libro solo contenía en la primera página:
Instrucciones
Un libro de artista no es un libro de arte ni un libro sobre arte.
Un libro de artista es un cuaderno de notas que mantiene alguna conexión de ideas, es en sí mismo una obra de Arte, que se basa comúnmente en un viaje a través de las ideas, emociones, recuerdos, sentimientos y demás elementos que forman una relación con la historia de alguien o algo.
No es un diario pues el diario es un espacio para narrar el día a día de una persona, como su nombre lo indica.
El libro de artista es, entonces, un espacio para imaginar, para soñar e ilustrar estos viajes dentro de uno mismo, esas ideas, sueños, momentos que merezcan o necesiten estar ahí.
En ese punto puedes dudar de ser una artista, y debes recordar que un artista es un creador sensible, y todos creamos, miradas, sonrisas, conversaciones, momentos, recuerdos. Todos somos creadores sensibles que vamos por el mundo creando, inventando o reinventando maravillas.
Ahora te toca a ti, ser la autora de tu primer libro de artista. Es tu propio camino, tu propia vida. Vívela, disfrútalas intensamente y crea.
Al abrir tu libro de artista encontraras de inmediato una rosa de los vientos que marca el norte hacia adelante. Para que siempre tengas en mente, que crear es avanzar, siempre se vive hacia adelante.
En el arte como en la vida, todos jugamos a aprender.
Soy artista sonoro, y soñador mexicano,
frecuente colaborador en sueños ajenos.
Subo montañas y escribo palabras.