1. ¿Cuál es tu palabra favorita?
Melancolía, libélula, agua. ¿Tengo que escoger una?
2. ¿Qué soñaste anoche?
Sí lo recuerdo. Apunto mis sueños seguido, así que anoche soñé que dormía en casa de una amiga, una amiga que recién se acaba de mudar con su novio (y su novio tiene mucha lana), y ahora también vivía yo con ellos, y parece que otras amigas. Mi cama tenía sábanas blancas, y me despertaba y comenzaba a platicar. Mi amiga estaba en la cama de enseguida con el hombre, sus sábanas eran negras, y me decía que bajara la voz pues él todavía no estaba despierto. Lo veía acostado, volteado hacia la pared. Pensaba “ay cabrón, ahora estoy viviendo aquí”. Esa parte del sueño se terminaba y luego veía una mujer muy joven, con la nariz operada, el cabello negro, los labios rojos, era mi abuela, o eso lo sabía, y más que su aspecto joven me intrigaba el por qué se había operado la nariz, pensando en que mi abuela no haría eso. Mi abuela joven me sonsacaba para que ligara con un chavo y, quizá, no me convenía tanto (pues era problemático) pero me la pasaba bien con él.
3. ¿Cuál es la película que más te ha hecho reír?
Ahora no se me viene una reciente. Un amigo, Guillermo Núñez, puso algo en Twitter sobre Dumb & Dumber, y recuerdo que sí fue una película que me hizo reír. Reír hasta llorar. Hasta quererme hacer pipí, todo eso. Puedo ser muy simple y entrar en el tobogán de la risa absurda pero, mi tono, es más bien infantil. Para nada me dan risa cosas escatológicas, de hecho, me molesta un poco ese tipo de bromas, tampoco el reírse de las circunstancias crueles. Muy ñoña, quizá. Seguro.
4. ¿Qué canción te gustaría que pusieran en tu funeral?
No tengo idea. Cambio constantemente de intereses musicales. Voy y vuelvo. Pienso en Wilco, Jesus Etc, pero si esta canción la pusieran en repetición, supongo que me volvería de nuevo cuerpo (pues quisiera que me incineren) y desconectaría las bocinas que estuvieran sonando. Cada canción que me ha llegado a gustar, normalmente, es porque me revela algo de una persona, normalmente alguien que me gusta. O me revela algo de mí que no conocía, pero también esa parte que me causaba curiosidad se agota o termina siendo sustituida por otra.
5. ¿Cuál es tu definición de «arte»?
La misma que del amor, la misma que de la literatura, la misma que la de la vida. Una definición imposible; en donde la idea, la acción o el concepto por su verdadera naturaleza está en continua transformación. En infinita transformación. Es una expresión demasiado viva para contenerse en/con palabras.
6. ¿Cuál sería tu proyecto o colaboración ideal?
Me llama la atención todo tipo de expresión. Tengo más aterrizadas ciertas formas o “disciplinas”, como la danza o la escritura, pero mientras la premisa sea crear, todo proyecto me causa curiosidad, me atrae con esa fuerza que me hace sentir como si estuviere drogada. Fuera de mí o muy dentro en mí. Aires, o elementos, que se mezclan nomás en la pura idea.
7. ¿Cuál es el mejor consejo que alguien te ha dado?
Respira.
8. Si pudieras cambiar algo del mundo, ¿qué cambiarías?
Buscaría quitar el tabú hacia sentirse bien, el tabú hacia llorar, el tabú hacia el sexo. Creo que la censura y la ignorancia y las ideas infantiles con respecto a lo que somos y podemos llegar a ser han dañado y obstaculizado nuestra posibilidades como seres humanos. Y gran parte de nuestra naturaleza se encuentra en el reconocimiento de nuestros impulsos, y condiciones del cuerpo. Hasta en eso primitivo en nosotros que no aceptamos. No nos salimos de nuestra cabeza, creyendo que estamos resolviendo el mundo por medio de nuestras ideas, cuando las ideas, normalmente, pudieran venir después, como resultado de acercarse a describir lo que han sido las experiencias. Pero si suceden desde antes, si antes está el discurso, naturalmente vendrá una expectativa, y no habrá una verdadera experiencia. O un verdadero reconocimiento de lo que estamos viviendo. Porque, anticipadamente, la estamos limitando con nuestras palabras.
9. Un pingüino entra a tu cuarto con un sombrero puesto. ¿Qué es lo primero que te dice y por qué está en tu cuarto?
¿Sigues frente a la computadora?, dice el pingüino. Viene a rescatarme de una realidad impostada, en donde el pingüino me hace ver que [dicha realidad] es más fría que el lugar de donde él viene. Y me anima a salirme. Discutiremos por un rato de que no está tan fácil, hasta que terminemos comiendo unos pingüinos, mientras le hago ver que, por lo menos, disfruto ese momento. El pingüino se me quedará viendo pensando que soy puro pedo.
10. Describe (en 100 palabras máximo) a qué te dedicas.
Soy editora y lectora. Más lectora que editora. Me dedico a ver las posibilidades de que un texto salga a la luz. Esforzándome al intentar la objetividad en cuanto a resaltar los atributos que voy reconociendo en un escrito. Además, realizo un poco de promoción de los libros con los que me he involucrado, también algo de administración de la editorial en donde soy parte; y escribo. Aunque esto último aunque me cause tanto trabajo (esfuerzo) no lo veo como un trabajo pues todo mundo sabe que, escribir supone una gran dosis de dedicación, en comparación con el cómo es valorado dicho esfuerzo.
Respuestas: Lucía María
Preguntas: Abel Ibáñez G.
Fotografía: Thomas Luong Bavington
Soy editora y lectora. Más lectora que editora. Me dedico a ver las posibilidades de que un texto salga a la luz. Esforzándome al intentar la objetividad en cuanto a resaltar los atributos que voy reconociendo en un escrito. Además, realizo un poco de promoción de los libros con los que me he involucrado, también algo de administración de la editorial en donde soy parte; y escribo. Aunque esto último aunque me cause tanto trabajo (esfuerzo) no lo veo como un trabajo pues todo mundo sabe que, escribir supone una gran dosis de dedicación, en comparación con el cómo es valorado dicho esfuerzo.