1. ¿Cuál es tu palabra favorita?
Palabras: efímero, etéreo, trascendencia, vida, mundo, existir.
2. ¿Qué soñaste anoche?
Es larguísimo y me tomaría mucho tiempo si lo contara con detalle, pero intentaré resumirlo. Era el fin del mundo y todos lo sabíamos. La gente estaba tranquila, sólo preparándose para dejar algún tipo de legado que trascendiera nuestra existencia física aquí como especie, y todos nos habíamos segregado en pequeños grupos como de unas 20 personas, en todas partes del mundo, para recibir el fin. El mío se había ido a la costa; sabíamos que el fin llegaría por ahí. Entre más se acercaba la hora, más nostalgia nos daba, era una sensación muy real: todo se acabaría, ya no habría más “nuestro tiempo”, era peor que la muerte: la posibilidad de olvido definitivo, eterno. Nos empezó a entrar miedo, pero cuando nos adentramos a una plataforma en medio del mar, para presenciar todo, volvió nuestro sentimiento de “bueno, vale, ya estamos aquí, agradezcamos todo lo que existió, que pudimos existir nosotros y dejémonos absorber por el todo”. De repente, todas las nubes en el cielo retrocedieron, el mar también lo hizo, y se abrió un abismo kilométrico justo abajo de nosotros. Empezamos a caer. Yo tenía miedo, pero tenía la vista fija al cielo mientras caía y le gritaba “¡gracias!”. Cuando terminé de caer, caí en el fondo del mar: sentía el agua, la arena… ¡Seguía viva! No sabía si salir o ya quedarme a morir ahí, como todos, con todo, pero decidí subir a la superficie para ver qué había pasado (si era la única, ya encontraría la forma de matarme entonces), pero cuando salí del agua, más gente empezó a salir del fondo. Entonces lo supimos: habíamos sobrevivido por una razón, estábamos completamente esperanzados, agradecidos, casi iluminados. Un mundo nuevo se alzaba ante nosotros, ya nada sería como antes, ahora tendríamos que arreglárnoslas desde cero, pero con vida, con otra oportunidad. Me desperté sintiéndome feliz, como si hubiera sido un mensaje del universo, dios o como queramos llamarle, diciéndome “anda, déjate caer, todo va a salir bien. Vas a sobrevivir, como siempre.”
3. ¿Cuál es la película que más te ha hecho reír?
Uy… no recuerdo con precisión, pero una de las que me ha sacado más risas al mismo tiempo que despertado mi curiosidad y mis divagues de siempre fue Náufrago en la luna, una película coreana.
4. ¿Qué canción te gustaría que pusieran en tu funeral?
Sería toda una playlist jajaja. Algunas: Lejos de la Ciudad de Muerdo; Mi Anarquía de Pedro Pastor; Me Fui a Ser Feliz de Macaco, Luces de Neón de La sonrisa de Julia, Cabecita Loca de Kilombo, Born Ready de Zayde Wolf y otras más comunes como Dust in the Wind, Feel Good Inc y todas las que quieran ponerme las personas que me estimaban, si es que les recuerdan a mí, pa’ que chillen a gusto, pero nada más ese ratito.
5. ¿Cuál es tu definición de «arte»?
Atrapar la esencia de lo que ya existe, ya sea material o intangible, filtrarlo, con ese filtro único que cada uno tiene, y exportarlo como algo más, que TRANSMITA algo profundo, algo que se clave y que tenga el potencial de cambiar la percepción o el sentir la gente. Si no puede ser comprendido más que por unos cuántos, no me parece que sea arte. El arte es lo más humano que tenemos y, como tal, debería ser accesible a todo ser humano. “Nada humano me es ajeno”.
6. ¿Cuál sería tu proyecto o colaboración ideal?
Una revista cultural que tuviera también un canal de Youtube para cápsulas y entrevistas, que no sólo fuera lo típico de entrevistar artistas visuales, poetas, actores, sino tomar “cultura” como lo que es: el todo que conforma una sociedad. La cultura es también el carpintero de la esquina, la señora de las frutas, el señor que puso su cafecito orgánico y ecofriendly afuera de Refinería, los tacos más ricos de afuera del Patrick Miller, qué sé yo. Eso, y un foro cultural en provincia, donde se vendieran alimentos y bebidas de todas partes de México, se proyectaran películas de culto, se facilitaran libros de todo tipo, pudieran montarse exposiciones, asistir bandas, leer poesía, montar obras…
7. ¿Cuál es el mejor consejo que alguien te ha dado?
“En esta vida tienes que conocer de todo, desde lo más alto hasta lo más bajo.”
-Mi papá
“Hasta lo correcto hecho por la razón incorrecta está mal.”
-Persona random en un sueño
“Hay que tener el valor para ser quien se es; sólo así llegarán las personas y las cosas correctas. Si no expresas lo que eres, ¿cómo van a saber los otros que coinciden contigo?”
-Yo misma haciéndola de coaching en una de mis presentaciones de libro
8. Si pudieras cambiar algo del mundo, ¿qué cambiarías?
Apocalipsis. Thank you, next.
No, ya… pues yo creo que el mal más grande del mundo es la cobardía. No la inconsciencia, no la ignorancia, no la desigualdad; LA COBARDÍA.
La gente prefiere secar su humanidad antes que sentir, prefiere ignorar que comprender algo que pudiera traerte crisis existenciales, prefiere ocultar lo que quiere antes que admitirse vulnerable, prefiere explotar a otros antes y pisarlos antes que arriesgarse a no tener nada seguro.
9. Un pingüino entra a tu cuarto con un sombrero puesto. ¿Qué es lo primero que te dice y por qué está en tu cuarto?
“¡Ah, sólo tú me faltabas! Venga, rápido, ahorita te explico todo, tú sólo sígueme y procura no decir nada: parecerás loca, ja, ja, ja…”
10. Describe (en 100 palabras máximo) a qué te dedicas.
Estudié comunicación, soy articulista, escritora, redactora y publicista (sí, sí, suenan parecido pero no es lo mismo). También soy coach de closet, filósofa de sala, cantante de karaoke, gurú espiritual de los amigos caídos, caos co-creador y payaso profesional de la cotidianidad.
Respuestas: Paola Iridee
Preguntas: Abel Ibáñez G.
Fotografía: Thomas Luong Bavington
Hablo mucho, digo lo que pienso, tengo antojo de mundo y creo que la vida se trata de hacer de todo lugar que pisas, tu casa.