He perdido ya, varios horizontes.
Pero mi faro sigue buscándola.
Que se sacien de mar las cubiertas de los barcos.
Que se impregnen de sal, las anclas y ataduras.
Que se inflen de días, las soberbias velas.
Que se pudran de hastío los postes de los muelles.
Que se canse la arena de tantas olas.
Que se cansen las olas de tanta arena.
Que se agote el mar. Que se termine.
Que se seque el cielo, que se desplomen los nidos.
Que encallen las quillas. Que floten boca arriba todos los peces.
Que pierdan la cola las sirenas. Y se desangren en silencio.
Que no queden de los mástiles, mas que astillas.
Y de las velas, jirones sacudidos.
Que queden chicotes y cabos serpenteantes, de lo que
antes fueron amarras, brazos y cadenas.
Que se derrumbe todo, que se pierda.
Que se abra un gran boquete en el océano.
Que se pierda todo, hasta la vista.
Y abandonar tu risa y la esperanza.

Fotografía por TolikTolik TolikTolik