La Florería Persino fue una marca que tenía un indio con un sarape colorado y un sombrerote como logotipo. Mucha gente del centro de Puebla acudía al local por sus arreglos porque la marca se hizo una tradición, una estirpe. Los Persino se hicieron de amigos influyentes, de campesinos, de escritores. El abuelo Persino aparece, sin mayor trascendencia, como un personaje de la novela de Ángeles Mastretta “Arráncame la vida”. Muchos años después de aquel puesto insignia ubicado en el mercado La Victoria, en el corazón de la Ciudad de Puebla, el “maestro” Persino e hijos nombrarían una pulquería “Arráncame la vida” como tributo a un tiempo extinto pero próspero. La pulquería estaba a un costado del único local que quedó de las florerías en el bulevar 5 de mayo. En aquella pulquería era conveniente cuidar a los comensales después que salían muy alegres después de unos pulcazos y haber bailado, además, con extraños en noches de sábado que rayaban en delirio; había que cuidar a los bebedores del pulque, porque en aquel enorme bulevar corren conductores que le tiran a ser la reencarnación de Ayrton Senna da Silva.

Fotografía: John Kilar | Instagram