Tienes que encontrar trabajo lo más pronto posible después que salgas de la universidad; hay que pagar la colegiatura de tu hermano, comida, pagar la casa, cubrir los abonos de los electrodomésticos; en pocas palabras debes ser el padre-hombre- proveedor del hogar; para eso te entrenaron y pagaron tu educación, para corregir los errores ajenos; porque el maestro Persino está ocupado, allá, con su otra familia, sabes que debes decirle adiós a ella, la mujer que amas, debes dejar que corra y se pierda en el horizonte; es el año 2004; todo esto te hará amargo, yermo; te sabrás incompleto, caminarás cojo; será tu obligación mantenerte vivo. Dile adiós a ella, la de las lecturas junto a la jardinera de la facultad, la de la sonrisa difícil y los ojos punzantes, la de los abrazos fríos pero corazón fulgurante; dile adiós y observa como se pierde en la noche, caminando junto a otro hombre que tiene los recursos y la libertad para hacerla feliz; despídete de ella cuando se gradué en un diciembre magro y la abraces por última vez en el auditorio de la facultad de medicina, “say goodbye until the end of the world”, dile adiós hasta que un día se reencuentren hechos pedazos y reconozcan que ese amor los salvó muchas veces de ser simples, comunes, ordinarios.

Fotografía: John Kilar | Instagram