Mazinger Z era manipulado por Koji Kabuto cuando el Pilder llegaba a la cabeza de maceta gigante del robotzote, y así empezaban las peleas contra monstruosidades manipuladas por entes hermafroditas, hombres con cuerpos de tigre, ancianos con los ojos rojos, mechas blancas; usaban batas negras como sacerdotes de cultos satánicos. Mazinger tenía que acabar con esas aberraciones; durante las luchas, sonaba una canción estrepitosa y violenta que me ponía en onda, me poseía, yo azotaba mi pie izquierdo contra el piso y hacía vibrar la segunda planta de la casa de La Paz; los vidrios retumbaban; agarraba una guitarra imaginaria y acompañaba con mis propios acordes a esa melodía caótica; mi madre y mi abuela me veían con pánico; yo tenía pinchurrientos 5 años y cuando me daban cinco mil pesos cada día del niño, gastaba ese billete, serigrafiado con los niños héroes de Chapultepec, en comprar Rancheritos y echarle monedas a la maquinita del Pacman que estaba en la 17 poniente.

Fotografía: John Kilar | Instagram