El camión Mayorazgo- CAPU hacia avanzar, con sus llantas, los colores azul y amarillo. En el asiento final: Persino veía desbaratarse la puerta de bajada con su negruzca goma defectuosa, que impedía un cierre armónico, y permitía entrar al viento que avanzaba 65 km/h, igual que el camión. La ciudad de Puebla estaba del otro lado del vidrio con sus 4 126 101 habitantes y ella no estaba ahí. Un San Bernardo enmugrecido por el lodo lamía las piedras húmedas. Un club de golf inundado por su ineficiente drenaje. Un mercado que no fue abastecido de flor de zempazuchil ese día de muertos. Ella no estaba. Recién acababa de llover en la banqueta, en la tierra de las calles sin pavimentar y en el toldo del camión Mayorazgo- CAPU. El cielo gris intentó desbaratar el artefacto con ruedas, con Persino, con el niño llorando por no tener un chuchobaca. La ausencia de ella haciendo pedazos la ciudad, aullando en cada rincón. El cielo gris fracasó en su intento de devastación.
Fotografía: John Kilar | Instagram
Fernando Percino es mexicano y nació en algún momento de los años ochenta; además es licenciado en Administración Pública por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Ha publicado cuentos en el suplemento cultural “Catedral” del diario “Síntesis”, la novela “Velvet Cabaret” (2015), el libro de cuentos “Lucina” (2016), el libro de crónicas “Diarios de Teca” (2016)y actualmente escribe el libro de notas “Volk” en ERRR Magazine. Fue miembro del consejo editorial de las revistas: “Chido BUAP” y “Vanguardia: Todas las expresiones”. Ha trabajado como funcionario público en la Administración Pública Estatal y Federal y se desempeñó en diversos puestos, por más de 7 años, en el ramo de las microfinanzas.