Vete
y llévate todo.
Llévate mis libros,
llévate mis sueños,
llévate los caminos
por donde caminamos juntos.
Llévatelo todo.
El tiempo que hablamos,
las tardes de encierro,
los besos pequeños.
Llévate mis cosas,
todo lo que me diste
y lo que te regalé.
Llévate mis deseos,
llévate mis planes,
llévate las noches
que soñamos dormir juntos.
Llévate todo.
No dejes nada.
Llévate todo lo que no pude construir contigo,
lo que se fue en medio de tantas consideraciones,
de noches en vela y entre las sábanas que nunca tuvimos.
Llévate mis ganas de amarte, de explotar
de cariño y felicidad al verte
llegar a la casa que jamás tuvimos.
Llévatelo todo.
Llévate los secretos,
llévate mis silencios,
llévate mis fotos,
llévate todo aquello
que no tiene valor para ti.
Tíralo tú,
destrúyelo tú,
que no me queda corazón
para hacerlo yo misma.
Fotografía por: Giorgibel
Ciudad de México, 1994. Ha sido reportera de temas políticos, sociales y anticorrupción en El Universal y en La Silla Rota. Estudia lingüística en la UNAM. Escribe, escribe y escribe.