Altamente inflamable

Todo se quemaba a nuestro alrededor, las llamas lo arrasaban todo dentro de la casa, lo consumían.

Afuera se escuchaba el argüende de los vecinos y las unidades de rescate, tratando de salvarnos.

El fuego se inició en la cocina, mientras tú cocinabas y yo besaba tu cuello, no me pude contener al verte ahí de pie, provocativa y perfecta.

Me acerqué por detrás y sin reparo comencé acariciando tu piel de canela; la miel escurría por tu cuerpo.

Las yemas de mis dedos comenzaron la fricción que comenzó por encenderlo todo, como siempre.

A pesar de ver las llamas alrededor no quisimos detenernos, nos consumimos uno al otro.

Al final no quedó nada mas que unos granos de arroz y un frijol.

Fotografía por: Giorgibel