me miro en espejos el mismo tiempo que los de la mayoría de mi edad, buscando imperfecciones, arreglando maquillaje, cambiando el peinado, practicando sonrisas para aquellos a quienes no podría dárselas natural y ensayando ojos para disimular las cosas absurdas que dicen algunas personas.
pero muy pocas veces, menos de las que se cuentan con los dedos de las manos, uno al verse en el espejo, logra ver hacia dentro, cuando todo va bien las cosas siempre están vomitando hacía fuera, no hay mucha profundidad ahí; pero cuando las cosas van mal, quizá es tan profundo que no permite ni ver el comienzo.
por desgracia, me encuentro en la segunda, no reconozco lo que soy por ahora, no quiero arrepentirme de las cosas del pasado, pues, de qué sirve preocuparse por cosas que no puedes cambiar.
pero la idea que me perturba es sí esto que me esta pasando se podría adherir a mí en una manera en la que luego sea imposible desprender, si esta realización que tengo ahora y la separación que aún me permito realizar entre mí y lo nuevo, después desaparezca para hacerme olvidar lo que me construí antes dejándome ahí, más hundida.
ya quiero ver en el espejo flores otra vez.
Fotografía por: Can Dagarslani
Veo vídeos del país en donde voy a vivir. Canto Joan Sebastian mientras bailo como Nathy Peluso y tomo como Jenni Rivera. Cuando estoy aburrida escogo a alguien del lugar en el que este para imaginarme como me lo ligaría y trato de adivinar que tan bueno es en la cama.