Otra vez no tengo ganas de nada, sólo de tenerte, de estar contigo, mirarte a los ojos, acariciar tu rostro, tu cabello, tu pecho, unir nuestros labios, hacernos uno en un abrazo.
Siempre me pasa los domingos. Quizá porque era nuestro día, era cuando mas te veía sonreír, cuando más tiempo te tenía para mí.
Pasa la semana y el viernes estoy de lo mejor, pero llega el domingo y regreso a lo mismo, se me van las ganas de todo, sólo me quedan las ganas de ti, esas nunca cesan.
Fotografía: Aëla Labbé