No fue hace tanto pero en ese entonces aún sonaba Son By Four en la radio. Nada de iCosa-tecnológica-con-logo-frutal en las bolsas del pantalón; tal vez unas cuantas monedas de diez centavos y un 21 del trole.

Laura no está, Laura se fue ¿A dónde se fue? ¿Laura en América? ¿Quién cantaba esa? Entonces las canciones de los microbuses buscaban a Laura y también la cadenita de Carmen.
En el periódico se leía sobre Morientes y Hierro… ¡hala Madrid! Pero acá el Bam Bam Zamorano se daba un tiro con Cardozo, Jorge Campos hacia comerciales con Ronaldo y Cruz Azul le ganaba al Boca de Riquelme en la Bombonera, pero perdía -desde entonces- la final en penales. Además, Joserra aún controlaba la locura de Martinolli.

Shakira no era loba, ni loca, ni Waka, ni Pique. Tenia los pies descalzos y mientras siga viendo tu cara en la cara de la luna, mientras siga escuchando tu voz, todo estaba bien porque Eduardo Palomo seguía vivo y el sol (Luismi) seguía buscando a su mamá.

¡El ‘true’ taxi era un bocho sin el asiento del copiloto! Pero pobres cuates de provincia del Señor Aguilera, madrugando para ganar varo. Y pobre Fox, aún no probaba la marihuana pero parecía que siempre andaba tachoso. Aunque el realmente pobre era el peso nacional: devaluado.

La Love Colada era el mejor complemento para el kilo de tortilla en menos de 4 pesos. Y es que así era la vida, re caprichosa, a veces negra, a veces color rosa. Nunca gris.
¿Quién engaño a Roger Rabbit? ¿Quién matò a Paco Stanley? ¿Te cambio mis tazos repetidos? Dragon Ball era del diablo y Pokèmon daba epilepsia. Por su parte, Sailor Moon cimentó el ‘role play’ de colegiala. 

Eran días de contestar un chismografo y luego jugar a la serpiente en el Nokia de Marina, que ahora, después de romper tantos corazones, se rompe la espalda en pos de sacar adelante a sus  dos ‘bendiciones’. ¿Y el padre? Cruzó la frontera cuando el muro media dos metros menos.

El misterio de cómo-es-un-pezón lo resolvió esa Playboy del tío que siempre traía gorra negra porque quería parecerse a Adal Ramones y sus monólogos que antecedieron a todos los Werever-algo.

¿Qué otra cosa daba risa en la tele de pantalla-no-plana? Pues humor es… los comediantes.
¿Gatorade fierce o Pepsi limón? Las dicótomas de ese entonces, cuando Bolaño aún tenia puestos los lentes y Brendan Frases era más rentable que Leonardo DiCaprio.

El anhelo es por la vieja banda de la cuadra, pero la melancolía es global con Sin Bandera.

Fotografía por Gastón Suaya