Aún siento ese beso de película, todavía me sabe la boca a tu fragilidad cuando estás conmigo, quiero que leas las 4 letras que te dejé escritas, me sigo desvelando hechando de menos esa tranquilidad y me sirve de consuelo pero sigo siendo un fraude conmigo misma, sigo siendo la más cobarde.
No te puedo convencer, ni siquiera lo intento, no sirve de nada… Perdona si te quede mal, sólo puede mejorar 4 horas de reloj, tú aguantas más cada kilómetro y yo casi nunca entiendo nada.
Anhelo lo que no se puede y puedo darte más de mi, consciente de que terminaré siendo la misma bala perdida impactada en mi alma.
Quisiera que sigamos siendo trapecistas y que nunca dejaras de agarrarme, que me cubras de versos y miradas, que me levantes del suelo para llevarme lejos.
¿La respuesta? Guardadas en el armario, si una sola no basta, puedo encontrar otras 17 que llevan al destino del que no puedo huir.
Fotografía por Jocelyn Catterson
Escribo para recordar momentos específicos de mi vida, personas que encontré en el camino, los ataques de ansiedad que superé y las personas que siguen a mi lado a pesar de todo esto.
Creadora de momentos específicos con soundtracks.
Tengo más lunares de lado izquierdo de la cara, duermo boca abajo pero siempre despierto boca arriba.