Cuando los recuerdos desfilan por mi memoria, me es inevitable pensar en todas ellas, en cada una de esas mujeres que han dejado una pequeña llaga en mi, claro, hay algunas de esas heridas que son mas profundas, unas ya cicatrizaron, pero hoy hay una que no deja de sangrar, por mas raro que parezca fuiste un momento efímero, pero hasta el momento creo que tu has sido al cicatriz con mas profundidad en mi cuerpo, aun observo esa herida con un poco de cariño y remordimiento, que hubiera cambiado si yo no hubiera tratado de acelerar lo que tenía que fluir con naturalidad. Fue mi maldita ansiedad, el que viera como cambabas conmigo me hacía temer a perderte, pero como demonios te iba a perder si no te tuve ni jamás lo hare. Pudiste ser mi cómplice un par de veces entre sabanas, por un momento nos dijimos nuestros mas obscuros secretos, pero son cosas que no bastaron, hay una conexión más allá de lo que todos pueden llegar a observar, tal vez nuestras esencias eran similares, pero al fin y al cabo nuestros sueños conducían a ambos entes a un diferente momento. Te fuiste sin despedirte, y yo sigo aquí intentando ver si tu tren regresa a esta triste estación llamada vida.
Fotografía por: Yoshihiro Terao
Perpetuo, inefable y efímero individuo. Lo se, siempre contradigo mis aspectos, pero me gusta ser así.