POETA Y ARTISTA

“De la naturaleza viene, que por nuestros ojos entra, todo aquello que nos rodea”

Es, sin duda alguna, motivo de alegría que podamos percibir lo que los demás pasan por alto. Pues se requiere del ojo de un artista para ver qué el final de una vida no es distinto al fruto maduro que cae del árbol. Así como de un poeta para darse cuenta de cómo “las imperfecciones plasmadas con delicadeza y discreción en el cuerpo son llamadas lunares: generando así, contradiciendo lo que a imperfección se refiere, una peculiar belleza en los cuerpos de quienes los posean”, y encontrar una metáfora en ellos.

Fotografía: Dima Semenovykh