“Reescribe mi historia, te lo imploro”, ruega el personaje. Pero el escritor está decidido a acabar con todo y en el último párrafo ha escrito: “Ahora ni siquiera el amor los podrá salvar”. Y entonces el personaje ve cómo la protagonista —su amor, el verdadero— es devorada por el agua y él se salva pensando que haría mejor en morir, pero el escritor ya le ha quitado la posibilidad de huir de su destino y lo ha dotado del temor que es propio de los supervivientes mientras, en el fondo, llora a todo pulmón la muerte del amor que acaba de perder.
(1990- ¿?). Gestor cultural, bibliómano y colaborador constante de publicaciones digitales.