Nymphaea Alba

En glauca estancia, sinople aposento,
Reposa ebúrnea escolta de Diana;
Se posa nívea anthusa de Chiana:

¡Oh sosegada doncella durmiente!
¡Cuán delicada es tu piel acendrada!
¡Cuán exquisito es tu aroma fragante!
¡Oh imperturbable princesa yacente!
¡Cuán refinada es tu efigie aperlada!
¡Cuán seductor es tu rostro flamante!
Quienes admiran tu fino semblante
Son bendecidos con dádiva arcana,
Son agraciados con aura escribana.

-Saúl Elías Macías Heredia-

Nota: Este poema tiene una licencia Creative Commons Atribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.

Fotografía por Daniel Comeche