Mi suerte aún no se acaba. Asumí que esa botella ya estaba vacía. Qué bueno que no.
En algún lugar escuché que a veces no esta demás jugarse el pellejo para apreciar más la vida, pero, ¿cuánto dura ese sentimiento? Un día estás arriba del ring recibiendo golpes a puño limpio sintiendo cómo te rompen la nariz de un rodillazo. Otro día te están insertando un cuchillo en el centro de la espina dorsal. Y otro día estás con las tripas en el pavimento. Y sin embargo sigues contento porque no estás muerto, sigues de frente sin miedo.
Flaca, estoy listo para ti, lo sabes, no me arrepiento de nada, quizás en otro momento. Mientras tanto, espérame. Entre más larga sea mi ausencia mas cariñoso será nuestro encuentro.
Fotografía por Ludwig van Borkum
Tropezar en la dirección correcta es la única manera de avanzar.