Como un diente de león que nadie espera, crece sobre la grieta.
Todos miran indiferentes, como si hubiera estado ahí siempre.
Nadie lo extraña. Nadie lo busca.
Espera y muere. La grieta seguirá, pero él no.
Nadie entristece. Nadie sabe que no esta más ahí.
“¿Por qué no fui un girasol?”
Léase en pasado porque ya se rompió.