Entiende preciosa, no es por ti, el lunar en tu pecho no es por ti.
El olor a viejo no es por ti, el reloj contra tiempo no es por ti.
El pintor con su lienzo no es por ti, batallar sin festejo no es por ti.
El reflejo en tu espejo no es por ti, condenar sin consejo no es por ti.
De tanto repetir una palabra, se vuelve absurda y se pierde el sentido, entras en trance y tienes un chance de escalar la montaña y subir como araña.
Conocer algo nuevo resulta magnifico ante los ojos del aventurero. Basta un día y se vuelve habitual, qué hay de malo en querer escapar y poder regresar cuando te sientas capaz. No sin antes sembrar esperanza y abrazar al llegar.
Fotografía por DIADA
Creo que tengo el síndrome de Peter Pan