A veces miro el cielo, e intento pretender que el sol no quema. Espero a que regreses de donde sea que estés y que, de alguna forma, salves el día. Nos tomaremos de la mano, aunque no tengamos ese derecho. No explícito. Te pienso en las noches, siento que se nos termina el tiempo. Siempre fuiste tú. Ni pensarlo, ni decirlo, ni dudarlo, ni soltarlo.
Si cierro los ojos lo suficientemente fuerte puedo imaginarme tu presencia. Puedo casi percibirte, hasta los tintes de indiferencia. ¿Te puedo dedicar canciones sin que te enteres? Espero a la parte de ti que quieras darme según tu estado de ánimo. Imagino que en aquellos momentos, tú también pensabas en mí, en nosotros, en lo posible, pero no me molestaría que hubieras desviado tu mente a lo menos factible. Los colores vibrantes, la música de fondo, la pintura acrílica, el piano. La melodía fuera de tono que susurrabas en mi oído con la calidez que solo sabes transmitirme en un buen día, en uno donde tengo suerte.
Aún sigo esperando que recuerdes tus promesas, yo si lo hago. Patinar sobre hielo, romper récords. ¿Por qué crees que nos conocimos? ¿Crees si acaso que exista una razón? Memorias de conversaciones que solo existen en mi mente, no hay pruebas. Ayer. Una completa ingenua que comparte lágrimas. Espero que cada vez que te piense tú también lo hagas, lo deseo con todas mis fuerzas, son tantas que tal vez se cumpla mi capricho. Imagino a la melancolía corriendo por tus venas como lo hace en las mías. Lush de Puma Blue me hace pensar en ti.
Quiero crecer un jardín contigo, ojalá no te olvides de regar las flores, pero a la vez, entiendo que tan solo somos humanos. Antes llamábamos a este espacio nuestro, me lo solías decir, aunque no de manera verbal. Bailar en algún lugar del centro de la ciudad suena como una buena opción, aunque tal vez nos veamos ridículos. Pareceríamos tener la mente ocupada, ocupada consumiendo nuestra propia existencia. Creo que aún puedes alcanzar a escuchar mi nostalgia, por si no era lo suficientemente evidente.
Ya me cansé de fantasear con tu mera existencia, pero no lo digo. Idealizar: verbo transitivo. Ojalá me hables de tu esencia, me des el privilegio de conocerla. Ya no recuerdo bien quién eres, pero eso no importa. No es como que esa persona sigas siendo tú. Tal vez nos serviría una nueva presentación. Hola, ¿me permites tu nombre? Espero tu respuesta.
Fotografía por Cleo Thomasson