¡Muerte! (al que recuerde)

Hay ausencias detonadas por la niebla, por los rábanos sobre la encimera, un sabor, una textura, el edificio con el número 1968. Después de todo, la memoria es un campo minado, un paso en falso puede detonar un recuerdo.

El resultado puede variar, a veces es parte de una explosión masiva, donde la nostalgia se vuelve tierra en la cabeza, el corazón y la garganta. O un momento ensordecedor, con aquel pitido que queda. A veces dejando una marca que siempre escocerá, como un miembro fantasma.

¿De qué hablo! No es momento, ¡un dron nos espió por la ventana! ¡Maldito Charlie Kaufman! Fue quien dio la idea para borrar recuerdos y ahora hay dos muertes, para quien mantiene la maldición de la memoria.

Fotografía por Fernando Sarano