Detrente al abismal deterioro de tu mirada brillancolica
me quedo mudo y perplejamente paradójico
por que entras en mi por tus ojos
para que ya no te deje ir envuelto por tus ríos hechos piernas.
Me tomas y me dejas
bebemos de nuestras almejas frescas
que pesque en las ondalidades de tus muslos
bailando al son de sintetizadores mudos.
En tus muslos que chocan y se doblan,
que se derriten y tiemblan,
y en los que por mero placer me hundo.
¿Malabarear nuestra certeza en el querer de nuestras insinuaciones perversas?
¿Dudar de el camino que recorren con incertidumbre nuestras tristezas?
¿Lamentar que nuestros miedos se materialicen si nos dejamos llevar por lo sublime de nuestras cadencias?
Si me pone bien feliz
esto de saberte libre y memorial
por que es alimentar el recuerdo
para después a solas tu nombre volver a conjurar
Entonces…
¿Como es que esperas que te olvide morenita?
Si tu cargas con mis deseos en esa piel que habitas,
si soy adicto del monte venus tus rosales.
si me alimentaste de tu carne.
¿Como te delatas sobria cuando me encontraste y me miraste morenita?
Que sin permiso convertiste mi cueva en nuestra ermita.
pero de que tenias espinas jamás me avisaste
y me trapazaste la calma cuando te marchaste.
¿Cómo es que prefieres ahora la lejanía cuando mas me quieres morenita?
Por que a este amor tuve que inducirle a la eutanasia
Nomas por hacer el intento de autosalvarme
Si bien sabes que eres el regalo que me hizo la poesía
llegaste y te me presentarse
falaz y reminiscente entre poetas y rimas
pero no sabíamos que hacíamos esto por tu inmortalidad y la mía.
¡Si!
Que es justo por tu inmortalidad y la mía que hoy quiero que vengas y me expliques
como es que le das significado a una palabra cuando esta ni siquiera existe.
Hoy quiero que vengas y me dictes cada uno de los nombres que a mi nombre le pusiste.
Quiero que cada uno de los poemas que fueran para mi pues me los recites.
Hoy quiero que pongas en repeat el soundtrack de nuestro ritual esfinge.
Quiero que vengas desde tu escondite y me quieras como un día me quisiste.
Por que aunque no lo creas aun quiero mas de eso que tu me diste
Por que te fuiste y me dejaste solo con el antojo del desquite
Por que empiezo a creer que empiezo a perder la costumbre de buscarte
Por que si querías de mi cabeza borrarte debiste de matarte
Entonces no perderé entre recuerdos este poema inconsistente
Para saber que voy a decirte cuando otra vez te encuentre.
Fotografía por Isa Gelb
El Distrito Federal. Veintiun años. El diablo. Tu castigo. Mi creacion. El monstuo de mil cabezas.