Miedo al fracaso

Somos personas con miedo a progresar en el fracaso, miedo de nuestras acciones y de no poder asimilar las cosas; fingirlas porque no hemos comprendido que cada cosa tiene su ciclo, y ese ciclo quizá ya se cerró.


 

Los hermosos vaivenes de la vida son los que te dan el desequilibrio de todas las cosas, son las cosas más nimias posibles las que pueden darle un cambio a todo; una horripilante historia de horror puede empezar en un par de horas con unas simples palabras, con unos simples pensamientos y presentimientos y también, con las mismas emociones y sentimientos en los que uno se dedica a divagar.

Las perfectas casualidades de la vida que te pueden hacer MIERDA en un solo momento, y ¿Qué? ¿Qué se hace para ello? Buscar esperanzas donde no las hay, o buscarlas en esa historia de terror que te desmorona de a poco llevándote a una quebrada de pensamientos oscuros en medio del vacío, viendo como los demás te ayudan con su más sentido pésame mientras te ahogas en tus propios sufrimientos arraigados al pasado. Si, el pasado; los acontecimientos y el tiempo que la mayoría desearía olvidar.

A menudo olvidamos que por esos acontecimientos hoy estamos aquí, siendo lo que somos, lo más bodrio o portento que hemos fabricado.

Somos personas con miedo a progresar en el fracaso, miedo de nuestras acciones, de no poder asimilar las cosas por querer fingir aceptando el pasado  sin comprender las causalidades. Por querer seguir con algo que quizás ya cumplió su ciclo; son detalles pequeños los que nos hieren de una manera abrupta dependiendo la ocasión, la circunstancia, y también el entorno.

Y a pesar de esos detalles pequeños, son las pequeñas cosas las que nos dan impulso y nos reconfortan la ceguera en la que andábamos, esa ardua guerra con nosotros mismos de fracaso y de miedo al perder todo por progresar, por no encontrar la valentía de progresar en el fracaso; el fracaso que te lleva a las mejores situaciones de tu vida; el fracaso que te adjunta los conocimientos, las esperanzas, y las capacidades para desarrollar tu vida, a tu modo, a tu manera, y a tus ordenes; ordenes de esas manipulaciones en las que logras caer, en las que resultas involucrado al estar exasperado por no poder ver la salida de tus problemas y pensar que las esperanzas solucionaran las cosas. El problema del problema no solamente basta en tener o no fe a que se solucionen las cosas, el problema también radica en ser tú mismo y en lo que hagas a favor de ello.

Sea cual sea el problema, no tengas miedo a progresar en el fracaso, no olvides lo que eres, y lo que puedes hacer a tu alcance, no olvides que las cosas tienen un fin, ya sea hoy, o mañana, o incluso ya tiene un fin solo que no te das cuenta porque no haces nada para cerrar ese capitulo desbordante de tu vida.

No permitas que tu clarividencia se opaque y se vea afectada para luego darte cuenta de que hubiera pasado si…

Fotografía: Nik To