Los días menos fríos del invierno

Desperté a medio dia con los ojos hinchados de tanto dormir. Segunda semana sin trabajo, tercera comiendo arroz blanco. La última vez que salí al exterior había nevado demasiado, ahora la nieve se derrite y escurre por la ventana o quizá la ventana llora. No quise preguntar pues nunca he sido bueno para lidiar con ese tipo de situaciones.

Dejé la puerta sin llave y salí. Ojos invisibles se recargaban en mi hombro y el ruido de mis pasos se amplificaba por toda la ciudad. Me dirigí a la parada del bus. Mi padre me dijo que para sentir menos frío debes imaginar que alguien te abraza. Siempre que pienso en ello mis manos se calientan.

Limpio el lente de la cámara y al otro lado de la calle los transeúntes se miran despreocupados, hermosos, abrigados… eternos.

Parece que han pasado meses desde la última vez que salí a la calle. El primer bus llega. Apunto con la cámara a una asiática joven la cual me sonríe. Bajo la cámara y con la mano le digo adiós. Ella repite el ademán. Aunque pensándolo bien quizá me dijo hola. No lo sé, hoy el cielo se ve diferente.

Fotografía por Camerafilmlens