Llévame al cine

Quiero verte hablar sobre tu día como si fuese la primera vez que veo mi película favorita, la cual eres tu, y jamás me cansaría de ver las mejores partes, ni las partes chafas, ni los recordatorios de cómo “…grabar películas piratas que hace ver mal, pero tú como papá, te ves mucho peor…” y que puedes terminar en la cárcel, pero tristemente he sido arrestada y encadenada a tu sonrisa, y restringida a jamás dejar tu cara, vigilada por mi propio deseo de hacerte feliz, por lo cual soy culpable de estarlo haciendo durante mucho tiempo.

Desde el primer momento en que te vi, una y otra vez, porque tuve que grabar cada segundo de tus ojos parpadeando, o tus labios crispados o tu respiración vigorizante.
Todo acerca de ver cómo se mueven tus labios, como si fuesen maracas agitándose suavemente, de la forma en que mi corazón se estremece con el golpe tranquilo de tu corazón, o como panderetas aplaudiendo al sonido de tu tímida risa que me hace querer capturarla para poder clavarla en mis sueños diurnos y verla dentro de mis párpados.

Y miro tu cara vertiginosa desde tus ojos proyectando detalles vibrantes y coloridos mientras me echo hacia atrás y observo con extremo embeleso y cautivación con los dedos empapados en queso mientras hurgo en un bote de palomitas de maíz lleno de tus ideas y me tomo tu pensamientos diarios y acciones a tragos como si fuera un vaso alto de té frío, tan refrescante. He tomado un montón pero jamás lo suficiente, mientras hago gestos y sonrisas reaseguradoras de que estoy disfrutando verte, escucharte.

Tus ojos brillan como si fuera la más brillante chispa de luz en este oscuro cine donde solo un asiento, en este espacio de tu corazón, estaba destinado a que yo lo viera. Y yo te veo y te escucho. Cada parte de esta película y cada canción de la banda sonora, le ha llorado tu corazón, y cada diálogo moldeó sus bordes chuecos.

Cada género que eres, sea cuál sea, todos se mezclaron en una mezcla perfecta de tu propia historia. Así que compré tu película. Bueno, compré tu cine porque eres un éxito para mí. Golpéame en mi punto más suave porque eres mi película favorita. Y necesito más palomitas de maíz, porque honestamente, puedo verte todo el día.

Fotografía: John Kilar | Instagram