Todos tenemos una vocecita en la cabeza, que nos dice, que lo que sea que estemos haciendo, está mal. Todos tenemos ese espejo que nunca nos hace el paro y no nos hace ver lo suficientemente delgados. Todos estamos en el mismo infierno, todos lidiando con nuestros demonios diferentes.

Desafortunadamente, el mío es rápido para imitar y es de lo más oscuro posible. Mi demonio está en la punta de mi dedo gordo del pie y, ¿cómo puedes matar al diablo si está hecho de tu propia sombra?

Fotografía: John Kilar | Instagram