Nos mecimos bajo el sol
el atardecer funcionaba como plagio
usábamos premoniciones
y funcionamos un buen rato.
NO al naufragio.
Tuvimos sexo en el viento,
con la coartada de servir como prospecto,
ante la rabia del invierno.
Cuestionamientos infames,
la labia de andamios
lo frío del pavimento,
entre destellos y anhelos.
Distancias absurdas,
cobardía de aventarse al vacío,
regresar y culpar
al hastío.
Lo fue,
fue brutal,
nada que negar,
ni fantasear.
Fotografía: SHEFFIELD