Carmen compró esa tarde un papalote para volarlo juntos, lo cambió por una bolsa de frijol en la tienda del señor Andres Archundia que canjeaba pequeños juguetes por despensa, su esposa Marta Carnicero fue la de la idea.
Después de comer nos reunimos, llevó sus discman y un plug doble para que cada uno pudiera escuchar en sus audífonos. Llegamos a las 5 pm. No quiso volar al instante el papalote por alguna extraña razón esperamos hasta el anochecer. Oscureció. Carmen sacó una botella con gasolina, roció un poco y lo prendió con un cerillo, lo elevamos mientras todo se quemaba, en ese instante puso play a sus discman y salió directo a nuestros oídos: The King of Carrot de Neutral Milk Hotel.
Fotografía por cem celik
Antes de ser enunciados que podamos comprender, las palabras son sonidos que podemos sentir.
– Greil Marcus