De espontáneos momentos y simples acciones, se van marcando los buenos recuerdos.
Mirada intensa que provoca querer descifrar los mil y un secretos inocentes que guarda. Besos; abrazos que provocan querer más.
Ansiolítico perfecto para el caos social que se resguarda entre las luces de la ciudad.
Simples coincidencias, señales de buenas y malas bromas del cosmos, para entablar una bella vacación al conocerla cada instante que ella me lo permita.
Humanidad consciente en el ser, bromas que sólo se pueden encontrar en la complicidad que te genera al hablar.
Sin tanto dilema que generar.
Fotografía: Gediminas Jankevicius

Fiel creyente del monstruo espaguetti volador. Animal nocturno cazador de aventuras. Soy de Juárez pero vivo en la pendeja.