Ha llegado la muerte a envolvernos con su manto
Las aves alzan vuelo y nos alertan con su canto
Se despiden finalmente de este mundo atormentado
Que aparece de repente envuelto en llanto.
¿Pero cómo vino hasta aquí, qué fue lo que la atrajo?
¿Fue nuestra indolencia, nuestra ignorancia, nuestro desencanto?
Nunca lo sabremos, somos muy humanos.
Nuestro conocimiento tiene límites
y cuando nos duele algo,
en vez de hablarlo
lo silenciamos.
Fotografía por Lorella Furleo Semeraro
Escritora y fotógrafa colombiana.