¡Ha llegado!

Ha llegado la muerte a envolvernos con su manto

Las aves alzan vuelo  y nos alertan con su canto

Se despiden finalmente de este mundo atormentado

Que aparece de repente envuelto en llanto.

¿Pero cómo vino hasta aquí, qué fue lo que la atrajo?

¿Fue nuestra indolencia, nuestra ignorancia, nuestro desencanto?

Nunca lo sabremos, somos muy humanos.

Nuestro conocimiento tiene límites

y cuando nos duele algo,

en vez de hablarlo

lo silenciamos.

 

Fotografía por Lorella Furleo Semeraro