Una imagen engendrada
entre voces coloridas-entumidas-figurativas-empíricas-literales-irracionales
que se suspende por encima de nuestra temporalidad y toma forma en estas palabras que se siguen escribiendo:
Sé que no soy esto
me ahogo
pero no sé morir
pero no sé vivir
Desconozco las razones por las cuales estoy aquí
(pero, ¿dónde?)
y sigo cantando.
Pero ya
Fui.
¿Será muy difícil de digerir el texto?
Téngase en cuenta, lector, que eran cuatro tipos diferentes de bebidas,
a pesar de lo cual me es necesario dejar aquí los ojos de ella:
Qué fiereza irradia tu mirada
(cuyo contacto con la mía afecta aún más que el asco de vino que me estoy tragando)
que belleza me pasmo agachado me río por lo bajo,
tú te ríes del gesto.
Qué hermosa tu risa pero también qué extraña pero entonces otra vez qué hermosa.
Qué bueno que estás, que aunque yo me encuentre lejos letargo composiciones polimorfismos,
te encuentro, fíjate, te encuentro entre mis sueños más apocalípticos
y he de decir con certeza
que qué bueno que estés;
Suspiro.
Te extrañaré cuando esté encadenado.
¿Qué será de esto entonces?
Lejos.
Ya está.
Ríanse de mí.
Fotografía por Franck Jessueld