Cuando el tiempo se me escurre entre los dedos;
desde el día que te plasmaste en mi memoria
hasta el día que mis recuerdos me derrotaron
y jamás pude sacarte de mi cabeza.
Estás encarnado en mí,
en las nubes cuando me sorprenden y en la tarde cuando me duerme.
Cuando el tiempo se me escurre como lágrimas
te pienso distante;
me duele el pecho y me pesa la respiración;
te quiero cerca,
te quiero irrealmente dentro de mí,
que seamos uno
y termine de pasar el tiempo
de escurrirse
de alojarse
y de esconderse.
Nos vislumbro en el pasado
y te quiero aquí,
a un lado,
siempre a un lado,
eternamente juntos
pero un eternamente que destruya tiempos
que explote
que susurre y se aniquile a él mismo.
Cuando el tiempo se nos escurre,
me entristece el amor
el cariño y los restos de sabor a sal…
Fotografía por Martin Canova