Hoy preguntaron, como quien pregunta la hora o si llueve, que se hace cuando te gusta alguien pero no sabes qué onda la otra persona.
Me quede pensando y escuchando que decían los demás, gente con – claramente- más experiencia que yo en el tema…
Hubo respuestas variadas, desde sencillamente preguntar hasta resignarse y “dejar que fluya”.
Yo sé que no tengo idea, y que si a mi las cosas – en general, no sólo en el plano “sentimental”- no se me aclaran, no me doy cuenta. Sencillamente no me doy cuenta. Siempre me resulto extremadamente difícil decodificar a las personas, y extrañamente cuando tienen un interés es peor, porque no lo registro. Ahora, en la época de las cybercomunicaciones parece ser que todo empeoró, no solo para los “socialmente torpes”, sino también para las personas más genéricas.
Seguí toda la charla en silencio. Escuchando. Dijeron también que por ahí era parte de la histeria, que hoy está a la orden del día. O del miedo, una persona presente pero que no avanza “por miedo”. Hablaron del feminismo, que los tipos no saben cómo una puede reaccionar: si es muy directo es intenso, si es muy ausente te fantasmea. Si te deja en visto es porque no le interesas o al menos no lo suficiente ( como si no pudiera estar simplemente ocupado o en otra, en una) o si no los abren es porque están “de trampa” y los borran. Teorías variadas, pero hablando sin saber, y me llamo la atención la autoreferencia constante. Serán patrones de comportamiento comunes? Si una persona hace algo de tal o cual manera, todos tienden a hacer lo mismo? O todos hacen lo mismo porque presuponen que el de al lado también lo hace?
Fotografía por Patrick Liebach
Azul es mi alter ego. Azul es quién se permite pensar, actuar y, por sobre todo, sentir. Azul es quién lidia con las emociones que Maca, claramente, no puede. Azul acepta que no se puede ser fuerte todo el tiempo. Azul es la mejor versión, solo la conocen quienes son dignos de ella.
Azul es Azul.