Es una mala tarde. Se avecina una gran lluvia veo a Laura mi vecina molestarse por el mal clima. El viento sopla tan fuerte que su cabello se mueve de una manera tan estrepitosa, golpea su cara y va de aquí para allá.
¿Cómo describirla? Tiene todo lo que un adolescente podría imaginar de una chica. Es carismática, tiene una sonrisa que contagia, es alguien tan especial que fácilmente podría ser el sueño de muchos jóvenes en su escuela.
Hace poco Laura llegó al edificio. Fue una tarde de junio, aún me acuerdo muy bien. Que raro, ver qué alguien se mudaba en plena pandemia. Más raro aún que ocuparán ese departamento ya que tenía demasiado tiempo solo. ¿En qué día estamos? Han pasado tantos días desde la llamada al confinamiento. Su llegada es de las pocas cosas que agradezco en estos tiempos.
Las pinzas vuelan cuando ella toma con fuerza su ropa aún húmeda, es imposible poner la ropa al sol con este clima. Aún me pregunto el por qué se puso a lavar con este clima tan feo.
¡Mucho tiempo me ha tomado lavar y ahora me chingas con esto!, dice histérica mientras maniobra con su ropa. Su cabello juega incesantemente, golpea su rostro, vuela. El viento le ha hecho la mayor travesura.
Ha pasado los días desde que decidí renunciar a un trabajo en el cual estuve dos años. Dónde estúpidamente pensé que sería la mejor opción, pensé que con lo que sabía ya era suficiente pero que puedo esperar de mi. Que puedo esperar de una persona que es incapaz de relacionarse con los demás que es tan mediocre que no ha podido salir de un departamento. No se en que día estamos, no se en que mes da lo mismo, prender el televisor de ha hecho tan aburrido ver qué cada día muere la gente, ver qué no avanzamos. Tengo una nueva vecina solo he escuchado su voz cuando me da los buenos días.
que pensará ella de mi?
Hoy no tengo interés de mirar por la ventana, Laura no muestra indicios de que esté en el departamento. Me dispongo a ver mis redes sociales antes de desayunar, quiero ver qué tan bien les va a las personas sin mi.
Más de los mismo:
Amigos con hijos.
Recomendaciones de pelis
Violencia.
Recetas de cocina. “Como hacer el asado perfecto” “tres mil likes, 30 coments”…
Me cagan estos videos, por que ellos son tan perfectos; en cambio yo… Ni el pinche carbón se prender.
Discriminación.
Paranoia masiva.
Feministas
Aviones
Gobierno inepto
Deporte… A medias
Enfermedad
Muerte…
Termino de comer mis huevos revueltos con frijol mientras veo Her. No se en que momento se me ocurrió poner está película en el desayuno. He llorado demasiado con ella y ahora muy inteligentemente la pongo en el desayuno ¿Cuántas veces han sido ya? Creo que la he visto unas veinte veces. Tal vez más. Han sido tantas que comienzo a creer que podría tener la vida del protagonista.
Y si en verdad inconscientemente me he convertido en Theodore?
Si la veo por qué me he proyectado?
Si me veo como el. Amando a alguien inexistente?
Que pensarían las maestras que me dieron clase en la carrera?
Que pensaría la chica que siempre tenía una respuesta correcta a todo lo que preguntaban en clase?
Tengo todo el paquete: inseguro, miedoso, falta de sexo. Pero la diferencia es que me veo obligado a permanecer aquí tiempo indefinido, envuelto en los problemas y no tengo ni el más mínimo acercamiento de alguien.
Soy esa negligencia cuando Theodore escucha a Samantha decirle que se iba, soy el estúpido Theodore que se alegraba al escuchar un buenos días. Que se alegraba cuando alguien le decía que hacía bien las cosas.
En ocasiones también soy Samantha, tierna y noble; amorosa con todo para dar ¿Pensará en mí como yo en ella?
Y en tiempos muertos, a veces, solo soy yo mismo, mi mayor enemigo. No quiero sentirme solo.
Laura, necesito verla, ¿por qué aún no despierta? Será que ella ya no está en casa?
Fotografía por Lorella Furleo Semeraro
Psicólogo de profesión y un perseguidor de sueños y anhelos que jamás llegarán.