No, no te voy a mentir.

A veces hasta yo tengo miedo de mi propia mente, de los impulsos y de las cosas que me duelen.

No me gusta ser tan animal, pero si lo fuera sería un gato (estoy segura) así no me sentiría culpable por no poder tener el apego indulgente y disimular los errores con tanta facilidad.

TE AMO

Espero estés aquí.

Fotografía: Cecilia Gómez de Villavedón