Buen viaje

Era una noche cualquiera.
De pronto me llamaste y dijiste:
Te mandé un mensaje por Skype, quiero verte, conéctate.
Te respondí: ¡estoy despeinada!
Replicaste: ¡qué importa!, quiero ver esos rizos, es cuarentena y soy yo, es el amor, gritaste y colgaste emocionado, alegre, un tanto feliz.
Discutimos, hablamos y al final de la conversación esperabas que te diera las buenas noches o una palabra de cariño en cambio obtuviste un silencio, tropezaste con alguien como tú, con mucha vanidad y ego.
Tu cara estaba desencantada ante mi actitud y como única despedida me viste comer un poco de cereal, beber agua, me levanté y pronuncié de golpe: adiós, ten buen viaje..
Por el rabillo de mi ojo, te vi prisionero de la incredulidad, frente a tu cámara con la luz encendida, desconcertado con tu ceño fruncido. Nunca te había visto preocupado y temeroso hasta esa noche.

Pasaron los minutos cuando me atreví voltear la cara para ver seguías allí, vi tus desgarros bocales entre llanto, ruego y furia, me decías ven con las manos, te vi desafiante y alcé mis hombros con desprecio, te ignoré. Me metí a la cama y apagué la luz.
En un instante herí tu ego, esperabas por mí pero olvidaste que esto es un adiós y ten buen viaje…

Fotografía por asketoner