Bañitos de sol en mi sofá

Hay dos versiones de mí: la primera quiere amarte hasta los huesos. La segunda quiere huir de todo este amor que me das. Existe un bucle infinito en mi cabeza, dónde cada una grita lo que quiere cuando quiere y me impulsa a rompernos el corazón.

Pero siempre logras  ahuyentarme el miedo y las ganas de escapar.

Sé que no se puede construir un castillo sobre arenas movedizas. Pero esto es lo que soy. Soy un cumulo enorme de miedos e inseguridades. Soy la ansiedad que me hace temblar las manos y llorar a reventar. Soy una bomba de tiempo que siempre está a punto de estallar. Soy un océano inquieto que aunque no lo quiera te puede ahogar. Soy todas esas voces en mi cabeza que nunca logro silenciar. Soy amargo. Soy un cristal en pedazos. Soy ese lóbulo superior derecho que nunca logra olvidar.

Te quiero. Te quiero tanto. Siempre creí que era incapaz de sentir, de amar y ser amada, sin embargo tus besos me demuestran lo contrario y me dan paz. Nunca antes había sentido reciprocidad, pensaba que estaba condenada por los siglos de los siglos. pero tú eres como la brisa y el mar, como los bañitos de sol que suelo tomar acurrucada en mi sofá. Quiero contarte lunas y lunares. Quiero gritar “te quieros” infinitos por todas las veces que no lo dije por miedo a sentirlo.

“Abrázame muy fuerte y no me sueltes” me decías mientras te besaba en tu cama. Aunque el caos sea el único constante en mi vida, quiero reposar en tus brazos, quiero ser libre en tus manos. Sólo embriágame de ti porque podría jurar que nunca me había sentido tan a gusto besando únicamente unos labios.

Fotografía por asketoner