Me corresponde aclarar que fue hermoso… mutuo.
Que sinuosamente nos amamos con locura, que era rara la vez que sin estar contigo el corazón latía con tanta prisa. Que si, fui muy feliz, y, que si, fuiste todo para mí y estoy apenas dándome cuenta de que en cierto modo aún lo eres. Hoy aclaro que a uno de nosotros le sigue llorando el sueño y el sigue pesando el alba de sentirse vacío. Y esa no creo que seas tú… que algo hiciste que desgraciadamente, ni el suave sonido de las olas que acurruca, me concilia el sueño… que ni el odiarte por haberme herido me afronta a evitar quererte. Por qué sigo cayendo en los errores dañinos de escribirte… tal vez los llame desahogos. Pero, amor, siguen siendo la prueba legible de que te ame con tanta fuerza, de que creí ingenuamente que nunca te irías, que ahora ya no puedo sacarte.

Fotografía por Santo