Baby,
nuestros sueños intentaron nadar hasta el fondo del mar pero murieron asfixiados por bolsas de plástico de colores tornasol.

Baby,
mi dealer ofrece nuevas drogas cada semana como si se tratara de ofertas de supermecado,
yo sigo esperando las rebajas
para comprar de esa mota panteonera
que te hace toser todos los residuos
de la primera gripa.

Baby,
a veces no sé que decir para que te sientas bien
y solo te miro.

Baby,
no estoy tan loco
solo que a veces todo me parece tan aburrido
que tengo volverlo divertido,
cerrar los ojos
y soltar el volante,
correr con unas tijeras en la mano

Baby,
estamos tan perdidos
que terminamos estrellando nuestras caderas en este baño que huele a meados y mañana cada quien va seguir su trayectoria hasta que nuestros seres exploten
solos
brillantes
y llenos de odio.

 

Fotografía: Justin Vogel