Aquella tarde nos acostamos en la cama de tu hermana, recuerdo que no parábamos de reír y eran esos primeros momentos donde nuestra relación comenzaba a hacerse real. Yo no lo podía creer, estaba con la morra más bonita de la escuela (así te vi siempre) tirados boca arriba, con la luz apagada, escuchando música y no dejábamos de platicar; siempre platicamos mucho y siempre reíamos mucho, siempre decíamos que antes que novios, éramos muy buenos amigos; qué cagado que ahora no hablemos para nada. Hace como un año te escribí porque había soñado contigo y no me contestaste, creo que fue la primera vez desde que te conozco que no lo haces así que no lo volví a intentar. Regresó mi memoria a esa noche, entre risas, abrazos y besos escuchamos “sweet jane” de cowboy junkies. Siempre te recuerdo cuando escucho esa canción. Qué cagado que ahora no hablemos para nada.
Fotografía por Jocelyn Catterson
Hago dirección de arte y sistemas de comunicación visual. Mi trabajo refleja mi visión sobre el diseño.