Fuimos de vacaciones a Veracruz, visitamos un hotel que pertenece a la familia de una exnovia del “maestro” Persino; él la quiso mucho, algunos la recordarán como aquella que falleció en un accidente trágico. Siempre que el “maestro” Persino escucha la canción de “El jinete” de José Alfredo Jiménez y suena esa parte de “la quería más que a su vida y la perdió para siempre”, el “maestro” la canta y ve corta la voz; ella fue una novia previa a mi madre. Quienes los vieron juntos decían que eran el uno para el otro, ve hacían muy burlas pesadas; lo que demostraba amor verdadero y no chingaderas como andar regalando monos de peluche. Si ellos se hubieran casado yo no existiría. La vida y la muerte van demasiado unidas, como células simbióticas que se joden pero se necesitan. Lo fatuo es habitual en mi sangre, en mi estirpe, en mi puto entorno; cuando aquella mujer falleció estaba embarazada, ¿seré yo una prolongación espectral de aquel ángel caído?
Fotografía: John Kilar | Instagram
Fernando Percino es mexicano y nació en algún momento de los años ochenta; además es licenciado en Administración Pública por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Ha publicado cuentos en el suplemento cultural “Catedral” del diario “Síntesis”, la novela “Velvet Cabaret” (2015), el libro de cuentos “Lucina” (2016), el libro de crónicas “Diarios de Teca” (2016)y actualmente escribe el libro de notas “Volk” en ERRR Magazine. Fue miembro del consejo editorial de las revistas: “Chido BUAP” y “Vanguardia: Todas las expresiones”. Ha trabajado como funcionario público en la Administración Pública Estatal y Federal y se desempeñó en diversos puestos, por más de 7 años, en el ramo de las microfinanzas.