Y de pronto muevo mi mirada hacia un lado
y en ese minúsculo tiempo mis ojos se cruzan con los tuyos.
El tumulto del ser y hasta el sol desaparecen.
¿Qué es esto?
De todas las cosas, de todo el movimiento, de todas las caras, de todos los ojos,
coincidimos
allí.
Qué eterno.
Qué banal.
Sé que no es nada, no hay nada.
No hubo nada.
Una torpe magia,
tres segundos, y
ya.
El silencio perpetuo.
Perdidos otra vez.
Te busco y encuentro fantasmas tuyos, pero no a ti,
sé que no.
Breve eternidad
oportunidad desperdiciada
sueños tortuosos noche
día consumado consumido
enfermo ebrio de olvido
tronos de ceniza.
Trozos de luz:
ahogo.
Fotografía: Sim Ouch