Debí saberlo, debí adivinarlo; debí encontrarlo en aquella mirada que me diste. Apenas iba llegando y tú ya me habías despedido.
Tal parece que comí con un fantasma, con un recuerdo que se rehúsa al olvido.
Hablamos de todo y nada; nos vimos tan distantes, tan distintos.
Tan apurados, enclaustrados en la larga espera de la eterna despedida.
Lo supe siempre, aquella tarde sería la última vez que te vería.
Fotografia por ecka’s echo
Hola soy Rebeca y soy “Mitómana”, amante de la pseudología fantástica, dotada de bastas habilidades patológicas para poder transgredir los límites entre la vulgaridad de la manipulación y el fino arte de la persuasión. Con el único y exclusivo fin de lograr que las personas apuesten a mi favor, convencidas que es para su propio beneficio.
Aunque en realidad yo le tengo alergia a las mentiras…