Me fascinas desde que te vi, pero para no sonar tan patética diremos que ”Me llamas la atención”.
Podría arreglármelas para conseguir tu número, mensajearnos un poco, y pedirte una cita. ¿Pero qué podemos hacer en este pueblucho sin gracia? Eres demasiado guapo para encerrarte en la oscuridad de un cine, y demasiado real para uno de esos pretenciosos cafés forrados en ídolos del rock n’ roll hechos para postear fotos.
Sí nos echáramos en algún lado a contar los colores del cielo sería perfecto, podría pretender prestarte atención a lo que dices mientras aprendo de memoria tus gestos, tu olor, y tus rasgos; con eso me basta para soñarte y amarte en mis mundos hasta que me mames, es todo lo que necesito.
La cita perfecta, pero…¿Y si te ríes de mi invitación?
Fotografía: mosthvost
Escribo porque un rayito de sol moreno me hizo sentir que era capaz de hacerlo.