Seducción

Quiero dormir en tu vientre

lugar de los bajos cosquilleos, 

donde la seducción comienza

con delicadez cerca de tu ombligo.

Recorrer con mi labios lentamente tu abdomen, 

subiendo hasta tu terso pecho,

desenvainar mi lengua 

la cual no dudará en provocar un suspiro 

y un aceleramiento en tu corazón.

Tu respiración se verá agitada,

en ese momento mis dedos que están cerca de tus tobillos

recorrerán un  corto camino

que al mismo tiempo parecerá eterno.

Mis labios estarán en tu cuello 

seduciéndote;

mi cuerpo será tuyo,

los ojos con los que te veo te verás

mis pies que me sostienen, 

nos sostendrán,

tus manos serán mis guías.

Tu voz, canto de demonios,

suspiro de ángeles y lujuria de Dios

serán testigos de lo ocurrido

entre las blancas sábanas.

Fotografía por Barbaros Cargurgel