Cuéntanos un poco sobre ti y cómo te iniciaste en la fotografía. ¿Qué te inspiró a comenzar a hacer fotos?
Como hermana mayor, fui fotógrafa de la casa. Desde niña tomaba fotos de mis hermanos, mi cuarto, y todo a mi alrededor. Ya de adolescente pasaba mi tiempo en Tumblr, viendo las fotos de lugares que anhelaba poder visitar algún día y poder capturarlas con mi propia cámara.


A los veinte, con el apoyo de un viejo amigo, empecé a tomar fotografía analógica con una Pentax. Durante la pandemia, tomar fotos me daba la motivación de salir de mi casa y tener un propósito cada día durante cuarenta. Tomarle fotos a los lugares de niñez en un tiempo que todos estábamos encerrados me llevó a encontrar inspiración en la gente que quiero y los lugares donde crecí. No hay necesidad de solo tomar fotos durante tus vacaciones o viendo lugares nuevos. Hay mucha belleza en donde estás y dónde eres.

¿Puedes hablarnos sobre las técnicas y equipos que consideras esenciales para hacer tu trabajo fotográfico?
Escribe tus ideas antes de salir. Cada que tengas una idea, escríbela para que no la olvides. Y lo más importante es salir a la calle y apreciar lo que tienes a tu alrededor.

¿Qué te inspira a la hora de crear nuevas imágenes? ¿Tienes algún ritual o proceso creativo que sigas para encontrar inspiración?
El amor a tu sujeto y el salir a la calle. Escribir ideas antes de salir me ha ayudado mucho a saber qué es lo que quiero capturar. Cada vez que tengas una idea, escríbela para que no la olvides. Si no, te vuelves loca, como dijo Lynch.

¿Cuál es el consejo más valioso que has recibido en tu carrera dentro de la fotografía?
Trata al sujeto siempre con respeto y empatía.