En el pánico de la incertidumbre preferí tener algo seguro:
mi soledad.
Me arranqué la costra aún sabiendo que iba a sangrar.
Odio el olor a hierro,
si fuera tu herida lamería tu sangre
como besé tus piernas.
Olvidé que ese día me cargaste en el río;
me lancé al agua esperando ahogarme
y es que quizá he olvidado lo que es estar bien: y es que quizá he olvidado lo que es estar bien.
Noche contra ventana,
trópico, jungla y miedo.
Nunca dejé de estar entre tus brazos
y me calmaste con un leve susurro
“tranquila, es el viento”
tranquila, aquí estoy: cada día a tu lado.
Descubrí que mi miedo es al cariño,
presumo de amores y no sé a qué sabe la compañía…
…imagino que a tus labios
Sin palmadas en la espalda,
con lágrimas en los ojos
en el cachete y en mi boca.
Frente contra frente; sin decir nada.
Juntos
c ó m p l i c e s
Tú;
te dibujé y te escribí:
quería asegurarte que valía la pena quererme.
Ayer supe que nunca lo dudaste.
Noche entre los dedos,
calor y mi capacidad de olvidar: y la tuya tan buena de quererme recordar.
¿necedad? ¿necesidad?
Ansío días a tu lado.
Poner tu brazo alrededor de mi espalda.
Cerrar los ojos: ¿tú qué viste?
¿qué piensas?
¿me quieres?
¿me vas a extrañar?
v u e l v e
Fotografía: ding ren