Ya me sé el camino a tu casa, ya conozco con cuantos pasos llegare a tu recámara, ya grabé en mi mente el tiempo que tardas en exponer tu piel, esa que poco a poco se vuelve un lienzo, con trazos divinos que van escribiendo el goce o el dolor de tu alma, yo me desnudo esperando tener tu cuerpo encima de mí… sucede, ver tus brazos aferrados a mi ser fue sublime, sentirte dentro, que placer.
Fotografía: Mauricio Soto A.
Escritora de media noche y actriz en el teatro de tragicomedias llamado “vida”